Las chinches de cama son insectos de hábito nocturno. Durante el día permanece ocultos en el interior de las grietas de las paredes, debajo del empapelado o en el mobiliario del dormitorio, colchones, donde a su vez crían y forman sus colonias. Su presencia se advierte por sus excretas, que se asemejan a un puntillado oscuro y por el olor peculiar que emiten.
Las chinches de cama salen normalmente de sus escondites durante la noche y pican a humanos y otros mamíferos, como ratones, ratas o aves para ingerir su sangre.
La chinche de cama requiere de 3 a 15 minutos para alimentarse, dependiendo de su edad; la toma de alimento se repite en intervalos de tres días. La picadura provoca una reacción erimatosa y adematosa local, de color blanquecino, acompañada de fuerte prurito y posible aparición de sangre.